Sé que os morís de ganas por que os diga mi nombre, pero no puedo. Soy una superheroína con identidad secreta que vela por que todas las galletitas de jengibre tengan una muerte digna («Salva a la galletita, salva el mundo»).
Tengo 15 años virtuales, codicio los donuts ajenos y voy por la calle arrancando pósters de Barrio Sésamo. Mi mejor amiga -llamémosla E- se dedica a hacer el poni por los pasillos oscuros con una sábana sobre la cabeza y por eso me encanta. Juntas nos dedicamos a hacernos cuentas en todos los dominios habidos y por haber con el primer nombre que se nos ocurre (si véis por ahí una llamada tuputamadre2, bien..., NO ES NUESTRA).
Soy adicta al cine de Bollywood pero nunca he visto una película india, tengo un hámster que se llama Capullo (Capullín para los amigos) y según una amiga mía -llamémosla R- tendré catorce hijos pelirrojos (¡!). Me casaré con un irlandés de pantaloncitos cortos y un trébol tatuado en el pecho y viviremos en una casita de chocolate (hasta que mi amiga -llamémosla R otra vez- se la coma).
Si venías aquí buscando un poco de cordura, seriedad o unas simples palabras bonitas, siento decirte que te has equivocado de sitio, beibe (:
El mundo no necesita más mierda, ¡necesita más sonrisas!
Tagboard
Archivo
Para poder ver las entradas de cada mes, selecciona uno y después, cuando te haya redireccionado al saludo inicial, clickea en Blog (:
Hogar, duuulce hogar. Hoy puedo decir oficialmente que... ¡estoy de vacaciones! (aunque lleve ya tres días sin dar palo al agua ehehehehehe). Por fin he vuelto a la república independiente de mi casa para pasar unos cuantos días rodeada de gente borracha como una cuba y hasta arriba de polvorones y mantecados (lo que se conoce generalmente como Navidad). Cómo me gustan estas fechas, con todo tan decoradito con luces de todos los santos colores (que parece que te has metido un tripi solo que no te lo has metido), con musiquilla de esa que se te mete en los oídos y no hay cojones de sacarla ni a hostias, la gente destilando amor y paz a raudales por las tiendas mientras compran los regalos y los belenes vivientes donde siempre ponen a un Jesusito de mi vida que de recién nacido tiene lo que yo de cuerda. Ehé.
Sí, vale, hay que reconocerlo: LA NAVIDAD ES UNA GRAN HORTERADA (y como intenten volver a ponerme un gorrito de papá noel, me suicido). Pero bueno, todo tiene su lado positivo..., y ya sabéis a qué me refiero.
Espero que este año se enroyen los reyes y me traigan un Danny Jones con accesorios (una Stratocaster y unos calzoncillos de Tesco. Bueno, si no lleva gallumbos TAMPOCO PASA NADA). Se ve que pedir un Edward Cullen no surgió efecto el año pasado. En fin. Llamémosla E dice que nuestros regalos no llegaron porque le entregamos la carta a unos jodidos renos y, claro, todo el mundo sabe el pique que hay entre el loco de la barba y mis adoraaados reyes. Así que este año habrá que hacerlo como dios manda e ir a entregársela en mano, mañana mismo me voy a subirme en las rodillas de alguno. NO IMPORTA CUÁL, OS QUIERO A LOS TRES. (A tí también, Papi Noel, tú lo sabes).
(...) DIOS, ESTO DE LA CUSTODIA COMPARTIDA ES MUY DIFÍCIL.